Estilo Minimalista:
El minimalismo es un enfoque de diseño que busca la simplicidad y la reducción de elementos innecesarios. Este estilo se caracteriza por líneas limpias, colores neutros y espacios despejados que crean una sensación de calma y orden.
Los muebles suelen ser funcionales y de diseño simple, con materiales como el metal, el vidrio y la madera clara predominantes. La iluminación también juega un papel importante en el minimalismo, con una preferencia por la luz natural y las luminarias de diseño discreto.
Estilo Industrial:
Inspirado en los espacios de fábricas y almacenes convertidos, el estilo industrial es una celebración de la crudeza y la autenticidad. Los elementos clave de este estilo incluyen paredes de ladrillo visto, vigas expuestas, tuberías de metal y suelos de concreto.
Los muebles suelen ser robustos y de aspecto desgastado, con una mezcla de materiales como el metal, la madera reciclada y el cuero envejecido. La paleta de colores tiende a ser neutra, con acentos de tonos oscuros como el negro, el gris y el marrón.
Estilo Escandinavo:
El estilo escandinavo se inspira en el diseño nórdico y se caracteriza por su enfoque en la funcionalidad, la luminosidad y la simplicidad.
Los espacios escandinavos suelen tener paredes blancas, pisos de madera clara y muebles de líneas limpias y formas orgánicas. La paleta de colores se compone principalmente de tonos neutros, como el blanco, el gris y el beige, con toques de colores suaves y naturales como el azul claro y el verde menta. La luz natural es fundamental en este estilo, con cortinas ligeras que permiten la entrada de la luz y accesorios de iluminación simples y elegantes.
Estilo Mid-Century Moderno:
Caracterizado por líneas limpias, formas orgánicas y materiales naturales, este estilo combina la funcionalidad con el estilo retro-chic.
Los muebles icónicos de este estilo incluyen sillas y mesas con patas delgadas y curvas suaves, así como accesorios de iluminación de diseño audaz y geométrico. La paleta de colores se compone principalmente de tonos cálidos y naturales, como el naranja, el amarillo y el marrón, combinados con acentos de colores más vivos como el azul y el verde.